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  • Jaime García

Spooky season 1, episodio 2: la Murcia encantada

Con la llegada de octubre un nuevo Halloween acecha y entrenamos nuestro lado más spooky con el clásico maratón de pelis de miedo, pero ¿y si realmente el miedo acecha más cerca de lo que creíamos? Esta semana os invitamos a conocer algunos de los lugares más misteriosos de nuestra Región.

  • SANATORIO DE TUBERCULOSOS DE SIERRA ESPUÑA

Este antiguo centro médico es el lugar encantado por excelencia de la Región de Murcia. Corría el año 1913 cuando se construyó este “hospital” destinado al aislamiento de los tuberculosos en medio del paraje natural de Sierra Espuña, pero no fue hasta 1935 cuando tuvo lugar la inauguración del centro. En tiempos de bonanza llegó a tener ocupadas doscientas camas de las que cuidaban cincuenta sanitarios. Tras el descubrimiento en 1949 de la estreptomicina fueron descendiendo los enfermos, hasta que cerró en 1962, aunque un año después reabrió como orfanato. En los años ochenta se convirtió en albergue juvenil aunque finalmente echó el cierre definitivo en 1995. Desde entonces se han sucedido los testimonios de psicofonías, presencias, sensaciones fantasmales etc. El edificio que actualmente se encuentra totalmente abandonado hace las delicias de los valientes que se atreven a adentrarse en su oscuro y frío interior, donde entre los largos pasillos y las ruinosas habitaciones quedan aún camillas y mobiliario de aquel sanatorio de principios del siglo XX. Si alguna vez has pensado en adentrarte en este sitio ándate con ojo, pues se dice que por la primera planta deambula una mujer vestida de gris y se oyen las notas de un viejo piano que apagó su compás hace ya unas décadas.

Sanatorio Sierra Espuña: autor anónimo, sacado de La Verdad


  • CASA MÉNDEZ DE LIBRILLA

Villa Rosalía es una mansión de estilo ecléctico levantada en torno al año 1920 a las afueras de Librilla por Andrés Méndez. Recibe el nombre de Villa Rosalía por ser esta la esposa del señor Méndez. La mansión es uno de los hitos arquitectónicos de Librilla, pues sigue el esquema de la casa solariega típica murciana, esto es, una amplia edificación cuadrada rodeada de jardines y huertos naturales. La familia Méndez es la actual propietaria de este edificio que fue abandonado hace años, y del que se dice que entre las ruinas de lo que antes fue una importante casa de alta alcurnia, se escuchan voces y lamentos y que incluso se ven presencias del más allá...

Casa Méndez Librilla: Región de Murcia Digital


  • PALACIO DE GUEVARA DE LORCA

El barroco palacio de Guevara situado en el centro histórico de la ciudad de Lorca ha sido habitado desde su construcción a finales del siglo XVII por miembros de la nobleza de la ciudad del sol, hasta que hace pocos años sus dueños lo donaron al ayuntamiento, con el fin de convertirlo en un museo. Uno de esos habitantes, Juan de Guevara, quien mandó construir el palacio en 1694, se resiste a abandonar el mundo terrenal, pues por las noches se oyen los pasos de su caballo subiendo las escaleras de la casa para llegar al piso superior, donde don Juan desciende del caballo y se dirige hacia la sala los Camachos. Así noche tras noche el relinchar del animal y el sonido metálico de la sillería resuenan por esta histórica construcción, en la que también se escuchan los ecos de los gritos y lamentos de niños que asustados sollozan “tengo miedo”.

Palacio de Guevara Lorca: Viajeros Blog


  • ISLA DEL BARÓN

Fue en la segunda mitad del siglo XIX cuando el Barón de Benifayó, Julio Falcó d'Adda, de la Casa Real de Saboya, mandó construir en una isla marmenoriense (actualmente conocida como Isla del Barón), un palacio veraniego de estilo neomudejar que imita a su palacio de San Pedro del Pinatar. El noble italiano era conocido por su fama de mujeriego. No era precisamente un hombre calmado, ya que estuvo preso en la Isla Mayor del Mar Menor por matar a otro hombre en un duelo. En una ocasión el Barón celebró una fiesta con la alta sociedad en la casa de verano de la isla, a la que acudió una joven princesa rusa que enamoró al noble con su deslumbrante belleza. La mujer provenía de una familia arruinada, por lo que accedió a casarse con el Barón. Pero el matrimonio no fue para nada feliz. La joven rusa estaba sumida en una profunda tristeza y rechazaba al italiano, que despechado decidió asesinarla. Desde aquel momento son muchas las personas que aseguran haber visto a la mujer deambulando por la isla. ¿Será ella la fantasma del Mar Menor?

Isla del Barón: autor anónimo, sacado de La Razón


  • CASTILLO DE LA CONCEPCIÓN DE CARTAGENA

Nos situamos ahora en la Cartagena medieval, en lo alto del actual Parque Torres, donde se ubica el Castillo de la Concepción o de los Patos, que era el centro del poder cartagenero de aquella época. Cuenta la leyenda que entre sus muros yace el cadáver de Doña Sol, una joven dama de familia noble que estaba enamorada de Don Mendo de Acevedo, un joven sin posición social. Al ver Mendo que su matrimonio con Sol era casi imposible decidió marchar a la guerra para hacer dinero, pero ese momento fue aprovechado por la familia de la joven noble para obligarla a casarse con el noble italiano Don Rodrigo Rocatti. Sin embargo, pasados unos años llegaron a oídos de Doña Sol noticias que aseguraban que Don Mendo seguía vivo, por lo que esta empezó a gestionar su rescate, pero todo se fue al traste cuando Don Rodrigo se enteró, que furioso, mandó emparedar a Doña Sol. Mendo, disfrazado de monje fue a visitar a Rodrigo para convencerle de que no matara a Sol, pero el italiano descubrió quién era y le clavó un cartel en el pecho, pero como no moría, decidió ahorcarlo. Acto seguido fue a supervisar el emparedamiento de Sol, que antes de ser tapiada por la pared le profirió una maldición, que finalmente se cumplió, cuando a los pocos días el italiano falleció repentinamente. La leyenda sigue viva entre los cartageneros, que aseguran que en ocasiones se ve a la dama Blanca (Doña Sol) vagando por los alrededores del Castillo.

Castillo de la Concepción Cartagena: autor anónimo sacado de Secretos de Cartagena


  • BONUS: TEATRO ROMEA DE MURCIA

Seguro que todos hemos paseado infinidad de veces por la emblemática y céntrica plaza de Romea, donde se alza imponente unos de los teatros más prestigiosos del país, el Teatro Romea. Pero, ¿conocéis su famosa maldición? Nos situamos ahora en el convulso siglo XIX, en concreto en 1857, cuando el gobierno mandó expropiar a los frailes dominicos de Santo Domingo las tierras que ocuparán el futuro teatro, que hasta entonces los sacerdotes utilizaban como cementerio y jardines. El 26 de octubre de 1862 se inauguró el por aquél entonces “Teatro de los Infantes”, inauguración a la que por cierto acudió S.M. la Reina Isabel II y en la que la compañía que actuó fue la del actor murciano Julián Romea. Pero poco duró el éxito inicial, porque en 1877 tuvo lugar el primer incendio del inmueble, que lo destruyó por completo. Posiblemente el origen fue una vela, pero por suerte no hubo que lamentar pérdidas humanas, ya que el teatro estaba vacío tras la función. En 1899 tuvo lugar el segundo incendio del teatro, pero éste fue más desastroso. El origen fue una chispa de un foco eléctrico que incendió el decorado mientras se representaba el segundo acto de una zarzuela. El aforo estaba completo pero por suerte se pudo desalojar a la gente a tiempo. Sin embargo un joven regresó al interior a recuperar su cartera e intentó resguardarse del fuego debajo del escenario falleciendo rápidamente por asfixia. Estos tristes acontecimientos forjaron la leyenda que cuenta que esos infortunios fueron obra de una maldición de los monjes dominicos por la expropiación de sus tierras. Pero ahí no queda la cosa, porque la maldición contempla un tercer incendio cuando el aforo esté lleno, por este motivo el teatro siempre deja una silla vacía, no vaya a ser que al final se prenda la chispa.

Teatro Romea: Web del Teatro Romea

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