Arquitectura, cine, danza, escultura, literatura, pintura y música. Las siete bellas artes. Siete medios de comunicación que comparten una necesidad; la de expresarse y transmitir información mediante formas, colores, sonidos y movimientos. La primera vez que se empleó este concepto fue 1746, en la obra “Les Beaux Arts réduits à un même principe” de Charles Batteux, quien trató de unificar las diversas teorías que perseguían ferozmente la búsqueda de la belleza, la utilización de la estética y el dominio de la técnica.
Les Beaux-Arts Réduits à un même principe (1746) - Fotografía extraída de Are Books
Con el transcurso de los siglos, esta la lista ha ido fluctuando aunque a día de hoy sigue dejando fuera a la técnica que hoy nos concierne, la moda. En palabras de Enrique Loewe la moda “es un fenómeno desde el punto de vista sociológico con una enorme carga de cultura, de belleza, de capacidad de expresión”. Pese a cumplir los objetivos que se estipularon en el siglo XVIII, esta técnica no presenta su hueco en el círculo de las artes, aunque me vais a permitir el atrevimiento de demostraros que debería ser una.
Me gustaría que me acompañarais en un viaje en el tiempo; que nos remontarnos juntos al origen de la vida humana y desde allí, ver el momento en el que la primera de las Bellas Artes, la arquitectura, y la moda decidieron fundirse juntas hasta nuestros días. ¿Te atreves?
Te recomiendo que cojas ropa de abrigo porque la temperatura va a empezar a bajar y bajar. Nos remontamos al Paleolítico superior, hace 40.000 años, una época marcada por largos periodos de calor que se alternaban con otros de bajas temperaturas. El Homo Sapiens fue el primero en utilizar las pieles de animales para arroparse para lo que empleaba agujas de marfil de mamut, hueso de reno y colmillos de foca. Pese a que no se sabe con certeza los motivos que llevaron al Homo Sapiens a cubrirse de esas pieles, varios expertos coinciden en señalar los siguientes tres: pudor (según la tradición cristiana, Adán y Eva cubrieron sus genitales por pudor al darse cuenta de que estaban desnudos), ornamenta (usaban las pieles para diferenciarse del resto) y protección (defensa contra los males espíritus).
Reconstrucción de un cazador del Paleolítico en el Museo de Historia Natural de Viena (Austria)
El primer coqueteo entre la moda y la arquitectura se produce en el instante en el que el Homo Sapiens comienza a construir su propio refugio; su primer hogar sedentario. Ambas prácticas están envueltas en la creación de espacios y volúmenes a partir de materiales bidimensionales, que los dotan además de protección contra el frío y el resto de especies salvajes. En tanto en cuanto se convierten en una forma de encontrar refugio, tanto interno (vestimenta) como externo (arquitectura), también se volverán una forma de comunicación y expresión, que por medio de la socialización manifiesta ideas y sentimientos. Así pues se considera que tanto un edificio como una prenda reflejan la personalidad de quien lo habita o crea. No se puede no comunicar.
Geometría, espacio, estructura, volumen, textura, línea… Entresijos que mantienen ligadas a las dos artes, que aspiran a una transformación continua pero también a ser referentes estéticos la una de la otra. Lo fueron en la Grecia y Roma clásicas cuando las túnicas imitaban la sencillez rectilínea de las columnas jónicas y dóricas; también en la Edad Media con las celosías y vidrieras, así como en los siglos XVIII y XIX con los polisones, miriñaques y corsés… Como no podía ser de otra forma, ocurre los mismo en nuestros días y estos son algunos ejemplos:
IRIS VAN HERPEN / SAGRADA FAMILIA
Iris Van Herpen Primavera 2012 (Vogue) / Fachada de la Sagrada Familia (Flickr)
La diseñadora Iris Van Herpen creció alejada de la televisión y de las referencias a la cultura pop. Este hecho la impulsó a desarrollar una magnífica imaginación y apego por el arte, la naturaleza y la ciencia. En su colección Primavera 2012 destaca el vestido catedral, una honra a la arquitectura gótica y barroca, que nos recuerda a la fachada de la Sagrada Familia de Barcelona y a sus elementos propios del neogótico como ventanales ojivales, contrafuertes o arbotantes exteriores.
DOLCE GABANNA PRIMAVERA-VERANO 2012 / CATEDRAL DE NOTRE DAME
Dolce Gabanna Primavera-Verano 2012 / Fachada de la Catedral de Notre Dame (Murat Kula)
Domenico Dolce y Stefano Gabanna nos brindan la oportunidad de asistir a un gran banquete italiano con su colección Primavera-Verano 2012. Es un momento de diversión, de risas y de vestidos de cóctel repletos de incrustados de colores, símil de la fachada de la Catedral de Notre Dame durante “Las Transfiguraciones de Nuestra Señora”; un espectáculo de luces y sonidos que convierten la portada del monumento francés en una fantasía visual.
PACO RABANNE “DOCE VESTIDOS EXPERIMENTALES” / SELFRIDGES BUILDING
Paco Rabanne "Doce Vestidos Experimentales" (Guy Bourdine) /Selfridges Building (Flickr)
El Selfridges Building se trata de un emblemático edificio localizado en la ciudad de Birmingham y parte del centro comercial Bullring. Diseñado por Future Systems, el edificio presenta una capa externa compuesta por 15.000 discos de aluminio anodizado, inspiración directa de la primera colección de Paco Rabanne, “Doce Vestidos Experimentales”. El debut del diseñador constaba de doce trajes confeccionados con materiales nunca usados antes en la moda, tales como: metales, plásticos, papel, caucho o cartón.
BALMAIN PRIMAVERA 2013 / SILLONES CUBANOS
Balmain Primavera 2013 (Vogue) / Sillones cubanos hechos de mimbre (Pixabay)
Olivier Rousteing en esta colección se inspira en Cuba y en sus pequeños locales con baldosas en blanco y negro y sillas de mimbre. ¿Quién dijo que la moda no podía usar referencias de la arquitectura y muebles del día a día?
DIOR 1992 / TEMPLO DE ATENEA NIKÉ
Vestido Palladio, Dior 1992 (Autor desconocido) / Templo de Atenea Niké (Autor desconocido)
Encargado al arquitecto Calícrates, responsable también del Partenón, el Templo de Atenea Niké conmemora la victoria de los persas en la batalla de Salamina (480 a.C.). Este monumento de ocho metros de altura reposa sobre ochos columnas jónicas de mármol que sirvieron de referencia a Christian Dior para su colección de 1992. A partir de estas, él diseño un vestido de falda fluida hasta el suelo, con un pecho bordado y unas mangas acampanadas con hombros descubiertos, que a su vez sirvió también de referencia a Naoko Takeuchi para crear el atuendo de la Princesa Serenity de las Sailor Moon.
La conexión entre estas dos disciplinas las resumió la diseñadora Coco Chanel en una frase: “La moda es arquitectura, es una cuestión de proporciones”. Diseñador y arquitecto, la simbiosis perfecta entre dos mundos aparentemente contradictorios. Diseñador y arquitecto, dos estrellas colisionando. Diseñador y arquitecto, una kilonova de luz cegadora y obras impensables. Mis ocho bellas artes. Arquitectura, cine, danza, escultura, literatura, pintura, música y moda.